Kit y Laura llevan
toda la vida juntos. Pronto serán padres de gemelos gracias a la fecundación in
vitro y están muy ilusionados por ello, sobre todo por todo lo que les ha
costado, pero esa ilusión queda eclipsada por el mayor temor de la pareja; la
razón por la que ambos decidieron cambiar de nombre hace quince años: Beth.
Kit es un gran aficionado a los eclipses. En 1999 fueron
Laura, Kit, su gemelo Mac y la novia de éste, Ling a un festival en Cornwall
aprovechando que en esa localidad se va a dar un eclipse total de Sol. En el
momento del eclipse, Kit y Laura se fueron hasta un descampado donde había un
camión al que subieron hasta el techo para ver mejor el eclipse sin que nadie
les moleste.
Una vez acabado el eclipse bajaron del camión para regresar
al festival. De camino, Laura encontró un monedero en el suelo, algo que le
extrañó porque pensaban que estaban solos. Tras coger el monedero continuaron
su camino, pero Laura se encontró algo con lo que ninguno contaba: estaba siendo
testigo de una violación.
Eclipses, tensión mentiras y peligros para esta pareja no
merece más que ser felices.
Entre lo lento que es, lo aburrido y lo que me ha costado
terminarlo y que, en definitiva, no sé si merecía la pena aprovechar el tiempo
invertido en este libro.
Nota: 3