Primer clásico de la
literatura rusa que leo y primer libro ruso de temática gay.
En esta novela, Mijaíl Kuzmín narra la vida de Vania Smúrov,
un chico huérfano que queda a cargo de su tío Kostia, con quien se traslada a
Petesburgo, donde establece relaciones con una familia con la que no se siente
muy identificado. A través de sus relaciones personales y amorosas con uno de
los hombres más deseados de la ciudad de Petesburgo, se da cuenta de los dramas
personales de aquellos que tiene a su alrededor. Más tarde se traslada a
Italia, donde comienza a madurar lejos de su familia y de su zona de confort y
comienza a relacionarse con gente muy distinta a la que estaba acostumbrado.
Es un libro corto y fácil con muchas notas al pie que
facilitan al lector a conocer las distintas variaciones de un mismo nombre,
datos biográficos de artistas y monarcas, de obras de la literatura y teatrales
y sobre personajes mitológicos.
Escrita con suma delicadeza, lenguaje sutil y tintes
autobiográficos, las relaciones románticas que mantiene el protagonista a lo
largo de esta novela corta me han deslumbrado.
Nota: 8
Publicación original: 20 de diciembre de 2019 a las 02:59:31