2015, año
en que volví a leer y decidí empezar desde cero con la lectura. De los
veinticinco libros (físicos) que he leído hasta el día de hoy (Sin noticias de
Gurb no lo leí) quedan cuatro de los que todavía no he escrito, hasta hoy.
Ambos me los mandaron leer dos profesoras cuando me dieron
teatro clásico y moderno.
Con Fuente Ovejuna primero vi la miniserie que de emitió en
los años 70 y dudé mucho a la hora de comprar el libro si leerlo o no en su día
ya que la serie me pareció horrenda, pero me gustó mucho el libro. Viví más la
intensidad de sus personajes y los comprendí.
Con
Bajarse al moro me pasó otra cosa. No supe que existía una película hasta el
día del examen y en esta ocasión me gustó más la película.
La vida de este grupo de chavales me encantó. Este libro entretenido
y divertido de principio a fin excepto por una muerte que sentí mucho.
Fugas
de casa, peleas, incendios, muertes… un sinfín de aventuras que se viven en
este llibro juvenil.
¿Y qué decir de Memorias de una geisha? Sencillamente un
libro perfecto. Me enamoré desde el primer capítulo y no quise acabármelo
nunca.
Estos libros son los que me quedaban por reseñar y con
pocas palabras he expresado todo lo que he sentido con cada uno.
Publicación original: 8 de octubre de 2018 a las 12:12:23
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