En el primer libro Anastasia
vive con su amiga y estudiante de periodismo Kate, la cual tiene una cita para
entrevistar al excéntrico millonario Christian Grey, cita a la que no puede
acudir por enfermedad y pide el favor a Anastasia de entrevistarle por ella.
Cuando Anastasia llega al edificio de Grey se fija en que
todas las empleadas a cargo de Christian son unas rubias despampanantes. Al
entrar en el despacho de Christian, se tropieza y cae de rodillas al suelo
haciendo que él se agacha para recogerla.
Ambos se sienten atraídos y siguieron viéndose, a veces por
casualidad, otras porque él sabía dónde se encontraría Ana. Hasta ahí todo
bien. Luego comenzó la historia del acuerdo de confidencialidad y el contrato
amo-sumisa, la obsesión de Christian por el control de absolutamente todo lo
que le rodea, la carencia de autocontrol, los celos…
El segundo y tercer libros la relación de Anastasia y
Christian se consolida hasta el punto de que acaban casándose y siendo un
matrimonio muy feliz fuera del cuarto de juegos y los mejores amo y sumisa
dentro del mismo. Se suman los problemas por las antiguas sumisas de Christian
y el superior de Anastasia en la editorial en la que ha comenzado a trabajar
tras graduarse en la universidad, Christian refuerza la seguridad de Anastasia
y la familia Grey por culpa de los problemas que han ocurrido y Anastasia sigue
revelándose ante las prohibiciones de Christian, algo que a él le sienta
soberanamente mal.
A medida que he ido avanzando con la lectura de la trilogía
me he ido cansando cada vez más de la misma. Lo que al principio se me antojaba
como excitante acabó siendo repetitivo, extremadamente romántico y aburrido. En
fin, una historia romántica con toques picantes y, en esencia, machista. Como
me dijo una amiga una vez de forma irónica: es la historia que todas queremos
vivir. Ser una universitaria virgen y torpe que conoce a un tío machista que
nos use como un juguete cuando quiera follar.
Nota: 6
Publicación original: 2 de marzo de 2019 a las 18:32:32
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